TONTOLABA
O tonto del haba. O gilipollas. Como Don Gil, que teniendo tres pollitas, a cuál más fea, aún se creía capaz de casarlas. Bien casarlas, se entiende. Tontolaba, memo, bucéfalo, atontado, mentecato, tardo, tarugo, bobo, lelo, ceporro, botarate y demás giles. Viene esto al hilo de que hay quien cifra el origen de tal insulto, tontolaba, en el roscón de reyes; en concreto en la tradición de esconder en su interior un haba y señalar al desafortunado que la encuentra como pagafantas (precioso neologismo). O, en todo caso, pague o no el roscón, como sufrido acreedor por un instante de burlas y risas. Gil del candil. Lo ha dicho el muy sabio Pancracio Celdrán y, según tengo leído, Rafael Lapesa, académico que fue de la lengua. Pudiera ser.
Pero no lo creo. Pronunciar tontolaba pide excusa. Es una grosería, que ya se sabe que las palabrotas son al idioma lo que las guindillas al guiso; usadas con extrema moderación lo enriquecen, pero que en cuanto se abusa de ellas, lo arruinan. Así que dígase tontolaba y, a continuación, si se estima oportuno, pídase perdón. Con perdón por usar palabra tan gruesa. No queda rastro de su uso en textos anteriores al siglo XX, y esto, su aparición, que bien pudiera coincidir con la popularización del roscón de reyes en España, no deja de ser señal de que algún estigma pudiera pesar sobre tal palabroto. De niño recuerdo que la palabra era, al oírla, censurada por algunos (y, mientras, yo a ciegas del porqué de tal censura). Así hasta que, primero barrunté, y luego comprobé, que el haba algo tenía que ver con los genitales. Curiosamente, con los masculinos, no con los femeninos (que era por donde empecé a indagar). Cuento. Ya en nuestro siglo de oro solía nombrarse al glande como haba. Su parecido tienen. En conclusión, bien pudiera ser, y así lo creo firmemente conociendo el natural de mis compatriotas de hoy y de ayer, que tontolaba fuera un remedo de tonto del glande, de tonto del culo y hasta de gilipollas (con mil perdones). Dicho queda mientras desayuno roscón; con nata, por supuesto. Por si fuera de su interés, les diré que no me tocó el haba. Mi roscón… un año más, un año menos… Que les aproveche el lunes.
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